miércoles, 9 de diciembre de 2009

Cine italiano


Se esta barajando las nominaciones a mejor película extranjera en la Academia de Hollywood. Gomorra es una película italiana que tiene grandes posiblidades y que recomendamos ver por el lugar y tiempo en el que se encuentra situada.

Gomorra
Poder, odio y sangre. Éstos son los "valores" a los que tienen que enfrentarse cada día los habitantes de las provincias de Nápoles y Caserta.

Casi nunca se puede elegir, casi siempre se está obligado a obedecer las reglas del Sistema, la Camorra, y sólo los más afortunados pueden pensar en llevar una vida "normal". Cinco historias se entrecruzan en este paisaje violento, un mundo despiadado, aparentemente alejado de la realidad, pero bien enraizado en esa tierra.

Gomorra es la guerra de clanes enfrentados, la venta de drogas en las calles de Secondigliano, un barrio del extrarradio, dónde los niños son reclutados a temprana edad para avistar a los carabinieri alarmantemente inexistentes, de Don Ciro (Gianfelice Imparato) --el correo-- encargado de llevar las pensiones a las viudas, a los jubilados o a los familiares de los camorristas en la cárcel, y un largo etcétera de un submundo tan peligroso como Irak en la actualidad.

No parece posible pero lo es. El Sistema, o la Camorra como lo llaman periodistas y policía, es un estado paralelo sin salida visible, cuya existencia todo el mundo conoce y muchos aprovechan sin que ello les quite el sueño. Por falta de alternativa a menudo o porque económicamente sale más rentable. En los últimos treinta años ha habido 4.000 asesinatos, se mueve medio millón de euros al día y parte de los beneficios se han invertido, por ejemplo, en la futura construcción del complejo que sustituirá a las Torres Gemelas.

Franco (Toni Servillo), un hombre de negocios, impecablemente vestido, va acompañado de Roberto (Carmine Paternostre), un joven con estudios que parece serio y honesto. Ambos se ocupan de la división dedicada a los residuos tóxicos. La industria del rico norte ahorra en costes medio ambientales de manera más o menos limpia encargando la desaparición de sus detritus a la Camorra, cuya flota de camiones transporta la mercancía hasta los campos de la Campania y del Casertano. Totó (Salvatore Abruzzese) tan sólo tiene 12 años y acaba de hacerse un hombre al perpetrar una emboscada a una joven viuda, sospechosa de traición, que cae abatida por las balas. Marco (Marco Macor) y Piselli (Ciro Petrone) son dos jóvenes descerebrados, obsesionados por la imagen romántica de la mafia que el cine transmite y por abrirse su propio camino hacia el poder y la riqueza. Creen ser más listos que nadie, invencibles, y se atreven a robar armas al Sistema hasta que éste, de un perezoso zarpazo, los liquida en una playa. Y queda Pasquale (Salvatore Cantalupo), el maestro, un sastre de la industria textil de Tersigno, lugar en el que se fabrica en negro por unos pocos cientos de euros buena parte de la moda italiana que se vende en las tiendas de lujo. Todos malviven aferrándose a la idea de que algún día irán trepando puestos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

bellissimo film, molto VERO